Cuando un molar presenta sus raíces fusionadas, podemos encontrarnos una configuración de conductos en C, donde varios de ellos está unidos y hay numerosos istmos o intercomunicaciones.
En la imagen podemos observar que la disposición de los conductos es diferente a lo normal y además hay comunicaciones entre ellos. Este tipo de anatomías son particularmente difíciles de tratar por la cantidad de tejido pulpar que es necesario eliminar.
“En los molares con conductos en C, el papel de la irrigación juega un papel primordial.”
Descripción del tratamiento
La anatomía del sistema de conductos es realmente variable. Cuando las raíces de un molar inferior está fusionadas, es frecuente que encontremos una disposición de los mismos algo fuera de lo habitual. Se llaman "en C" porque suele haber uniones entre algunos de ellos y la imagen final una vez obturados, recuerda en mayor o menor medida a esta letra.
Puede haber 3 o más conductos principales que vamos a instrumentar con normalidad, pero una vez finalizado el trabajo de la limas, es muy importante que dejemos tiempo suficiente a la irrigación. Ésta ha de ser capaz de disolver todo el tejido pulpar que albergan las numerosas intercomunicaciones presentes. Durante este proceso, la activación ultrasónica del irrigante es la forma más efectiva de mejorar su efectividad. Si logramos nuestro objetivo de eliminar toda la pulpa, a la hora de la obturación podremos observar, como vemos en la radiografía, que el material de relleno se ha introducido por el espacio vacío, dando una imagen radiográfica curiosa. La técnicas termoplásticas permiten reblandecer el material y facilitan la obturación.